CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

martes, 11 de diciembre de 2007

Pérdida...

Pérdidas... Siempre nos ocurre que cuando menos nos lo esperamos perdemos lo que más queremos o a quien más queremos. Sufrimos pérdidas a lo largo de toda nuestra vida. Unas duelen más, otras algo menos, pero en general todas las pérdidas causan dolor.

¿Cómo reaccionamos ante las pérdidas? ¿Las aceptamos en el momento y aprendemos a vivir sin eso a lo que estábamos acostumbrados? ¿Tardamos tiempo en mentalizarnos de los cambios? Ante la pérdida de un familiar es imposible predecirlo, aunque creo que más bien pasa lo del segundo caso.

Conozco a alguien que ha perdido a un familiar cercano recientemente. Esta persona que conozco, aunque aún no le he visto, estoy seguro que por fuera muestra estar perfectamente y de un ánimo fantástico, pero sé que por dentro no es para nada lo que parece. A ti, que no te gusta mostrar tu sentimientos, deja que las lágrimas que estás conteniendo salgan, porque al final serás tú quien se sienta mejor. La pérdida es grande, pero te repondrás. Nada será como antes, pero la vida aún guarda cosas bonitas para ti.

Hoy quiero estar a tu lado, amigo, pero no por ninguna de las razones habituales. Hoy quiero estar contigo porque necesitas un apoyo, alguien con quien hablar, alguien con quien desahogarte. No me cabe duda que tendrás ya a alguien pero sabes que si necesitas cualquier cosa, sabes que estoy aquí, y siempre lo estaré.

1 comentarios:

Reli dijo...

En el mega diario gratuito "Que" de hoy habia un mini artículo de esos que tienen que hablaba del problema del corazón roto (la pérdida de un amado) que baja la calidad de vida....