Este largometraje, apto para niños, que parece una versión larga de la serie de la BBC “Planet Earth” da un viaje de un año alrededor del planeta para ser testigo de cómo la madre naturaleza se las arregla (o no) con el cambio climático.
Tierra. Es un título ambicioso, pero éste es el documental sobre naturaleza más ambicioso que se ha hecho nunca, al menos hablando en términos técnicos. Creado por la Unidad de Historia Natural de la BBC en colaboración con la multipremiada serie de TV “Planet Earth”, sus estadísticas de producción son asombrosas. Llevó 5 años hacerlo, con 40 equipos de cámaras especialistas que pasaron 4500 días de viaje (incluyendo 250 días de fotografías aéreas), filmando en 200 lugares diferentes en 26 países distintos.
Los fans de “Planet Earth” ya habrán visto gran parte de las imágenes del film en la tele, y eso será exactamente lo que los hará hacer cola para verlo en el cine. Este es un auténtico caso de “cuanto más grande, mejor”. Mientras una pequeña parte de la claridad de la fotografía se ha perdido en la transferencia de la pequeña pantalla a la grande, hay aumento dramático en la bofetada emocional de los retratos (ya sea por la belleza extranjera de la Aurora Australis, el cómico pavoneo de un Pájaro del Paraíso Papuano o la inimaginable ferocidad del ataque de un tiburón blanco a cámara superlenta.
De hecho, gracias a la nueva Alta Definición y a la tecnología Cineflex de las cámaras disponibles para estos grupos, y podemos apostar sobre seguro que muchas de las maravillas naturales que veremos en Tierra nunca han sido mostradas con un efecto tan bueno en una pantalla. La secuencia épica en la que una multitud migratoria de Grullas Damiselas vuelan sobre el Monte Everest, por ejemplo, es la primera de todas. Fue filmada a través de la puerta abierta de un bombardero nepalés a una altitud de 28.000 pies (unos 8535 metros).
El inconveniente de ver estas magníficas imágenes en la pantalla grande es que la narración de Tierra (a cargo de Patrick Stewart) es significativamente menos informativa de lo que los fans de la serie de televisión pueden esperar. Esto es en parte por la limitación de tiempo de 98 minutos del documental, pero también porque el film apunta directamente a una audiencia global y preadolescente.
El guión frustra a veces, fallando en la identificación de especies en la pantalla o arreglándose con una pobre descripción de los procesos biológicos a la vista. Tierra también tiende más hacia lo bonito y limpio y se aleja del sexo y la violencia. Esa secuencia del ataque del tiburón, de hecho, termina antes de que haya derramamiento de sangre alguno.
Con el fin de quedarse con su audiencia principal (y sus madres), la película basa su estructura narrativa en las historias de tres madres (una osa polar, una ballena jorobada y una elefanta) luchando para mantener a sus retoños vivos durante cada cambio de estación del año. Puede que no sea el formato más satisfactorio, pero facilita el propósito central de la producción, el cual es mentalizar a los espectadores más jóvenes sobre los devastadores efectos ecológicos del cambio climático, efectos que como veremos serán agudamente sentidos por cada una de las tres familias escogidas (según predicciones, el oso polar estará extinguido en el 2030).
Los ecologistas militantes pueden estar en desacuerdo con la falta de dureza en la advertencia de la película, la cual toma un tono esperanzador cerca del final. Pero considerando la audiencia que tenían como objetivo, los escritores y directores Alastair Fothergill (“Planeta Azul” y su película hermana “Deep Blue”) y Mark Linfield probablemente se habrán dado por satisfechos.
Veredicto: Si la tía Beeb pudiera aferrarse a producciones de esta calidad no estaría en tantos problemas. El guión de Tierra puede mosquear a los espectadores mayores de 12 años, pero no podrás más que quedarte impresionado por lo que estás viendo.
Tierra. Es un título ambicioso, pero éste es el documental sobre naturaleza más ambicioso que se ha hecho nunca, al menos hablando en términos técnicos. Creado por la Unidad de Historia Natural de la BBC en colaboración con la multipremiada serie de TV “Planet Earth”, sus estadísticas de producción son asombrosas. Llevó 5 años hacerlo, con 40 equipos de cámaras especialistas que pasaron 4500 días de viaje (incluyendo 250 días de fotografías aéreas), filmando en 200 lugares diferentes en 26 países distintos.
Los fans de “Planet Earth” ya habrán visto gran parte de las imágenes del film en la tele, y eso será exactamente lo que los hará hacer cola para verlo en el cine. Este es un auténtico caso de “cuanto más grande, mejor”. Mientras una pequeña parte de la claridad de la fotografía se ha perdido en la transferencia de la pequeña pantalla a la grande, hay aumento dramático en la bofetada emocional de los retratos (ya sea por la belleza extranjera de la Aurora Australis, el cómico pavoneo de un Pájaro del Paraíso Papuano o la inimaginable ferocidad del ataque de un tiburón blanco a cámara superlenta.
De hecho, gracias a la nueva Alta Definición y a la tecnología Cineflex de las cámaras disponibles para estos grupos, y podemos apostar sobre seguro que muchas de las maravillas naturales que veremos en Tierra nunca han sido mostradas con un efecto tan bueno en una pantalla. La secuencia épica en la que una multitud migratoria de Grullas Damiselas vuelan sobre el Monte Everest, por ejemplo, es la primera de todas. Fue filmada a través de la puerta abierta de un bombardero nepalés a una altitud de 28.000 pies (unos 8535 metros).
El inconveniente de ver estas magníficas imágenes en la pantalla grande es que la narración de Tierra (a cargo de Patrick Stewart) es significativamente menos informativa de lo que los fans de la serie de televisión pueden esperar. Esto es en parte por la limitación de tiempo de 98 minutos del documental, pero también porque el film apunta directamente a una audiencia global y preadolescente.
El guión frustra a veces, fallando en la identificación de especies en la pantalla o arreglándose con una pobre descripción de los procesos biológicos a la vista. Tierra también tiende más hacia lo bonito y limpio y se aleja del sexo y la violencia. Esa secuencia del ataque del tiburón, de hecho, termina antes de que haya derramamiento de sangre alguno.
Con el fin de quedarse con su audiencia principal (y sus madres), la película basa su estructura narrativa en las historias de tres madres (una osa polar, una ballena jorobada y una elefanta) luchando para mantener a sus retoños vivos durante cada cambio de estación del año. Puede que no sea el formato más satisfactorio, pero facilita el propósito central de la producción, el cual es mentalizar a los espectadores más jóvenes sobre los devastadores efectos ecológicos del cambio climático, efectos que como veremos serán agudamente sentidos por cada una de las tres familias escogidas (según predicciones, el oso polar estará extinguido en el 2030).
Los ecologistas militantes pueden estar en desacuerdo con la falta de dureza en la advertencia de la película, la cual toma un tono esperanzador cerca del final. Pero considerando la audiencia que tenían como objetivo, los escritores y directores Alastair Fothergill (“Planeta Azul” y su película hermana “Deep Blue”) y Mark Linfield probablemente se habrán dado por satisfechos.
Veredicto: Si la tía Beeb pudiera aferrarse a producciones de esta calidad no estaría en tantos problemas. El guión de Tierra puede mosquear a los espectadores mayores de 12 años, pero no podrás más que quedarte impresionado por lo que estás viendo.
http://www.channel4.com/film/reviews/film.jsp?id=163497&page=1
---
Nadie sabe las ganas que tengo de echarle el guante a este blu-ray. Sólo con ver estas pocas fotos... Salvemos el planeta a ver si algún dia tenemos la suerte de verlas ante nosotros, y no solo en un televisor.
---
Nadie sabe las ganas que tengo de echarle el guante a este blu-ray. Sólo con ver estas pocas fotos... Salvemos el planeta a ver si algún dia tenemos la suerte de verlas ante nosotros, y no solo en un televisor.
0 comentarios:
Publicar un comentario